domingo, 13 de mayo de 2012

NUPCIAS

NUPCIAS


Caminaba con tranquilidad y alegría hacia los festejos a los que le habían invitado.
Sonreía con mueca irónica y feliz como si de algún modo conociera los hechos ulteriores.
Ingresó a la casa donde se celebraría el acontecimiento, la mesa preparada con los manjares más exquisitos que pudiera conseguir la familia que era conocido no tenía grandes recursos pero sí muchos amigos y familia y todos y cada uno no solo aportaban comida sino alegría color y música, los grupos se armaban y desarmaban y decenas de conversaciones de distinto tono y matiz burbujeaban en el inmenso patio, acercándose al lugar el murmullo se asemejaba a una colmenar en producción.
Los músicos se esmeraban en alegrar la reunión e insistían con sus sonidos con instrumentos repetidos.
La novia era joven, ya había tenido un anterior casamiento, su primer esposo había muerto en batalla aunque no era soldado, pero defendiendo su hogar de un ataque de otra tribu, ese casamiento había durado poco y los sacerdotes más viejos vieron con alegría que una mujer ya desflorada adquiriera nuevamente situación nupcial que evitaba habladurías.
El novio era un vecino viudo de un mal parto que siempre miró con respeto a esa mujer pero también con ansias de amor y el designio de la vida le dio la oportunidad.
El estaba soltero, lo cual no era común pero sí su decisión.
Lo que estaba por atestiguar era una ceremonia de las más importantes para su pueblo y lo que iba a producir era un acto de soberbia necesario en aquel día que era el mejor para que la tarea se conociera.
El pensar las consecuencias de su proceder derivaba de un fuerte sentimiento de poder.
Llegó a la fiesta, al acontecimiento, al lugar desde donde ese primer acto, el de él, sería un hito principal y mágico porque ese atributo de lo mágico es la irrealidad de su resultado.
La alegría de la gente y el espíritu de los contrayentes produjo que la celebración se dilatara más horas que lo que se acostumbraba y cada uno iba a su casa a buscar vituallas porque las previstas se acababan, todos aportaban y Él,
convirtió el agua en vino.

1 comentario:

  1. Cuántas veces extrañamos a un invitado como éste en una fiesta!!
    Hermoso cuento
    TS

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