ANSIAS
Le declaré mi amor, le dije: vengo amasando hace muchas horas un discurso que ahora me parece patético, decirte que estoy enamorado de ti, que tu piel naranja me ilumina, que tus formas me empalagan y etcétera, ya estaba cansado de hacer me el interesante de mirarla de soslayo y como si no me importara, estaba recaliente por tenerla frente a mi y mirarla con ganas, le llevé una pluma de tucán de mi último destino como para homenajearla.
Se estaba haciendo de noche y la luna esbozaba una puntita como el ancho de bastos e iba alargando las sombras.
Tantos años preso lejos en Centroamérica y la habilidad del abogado que me permitió terminar la condena en la Patria.
Ahora en libertad me iba a dar el gusto de disfrutarla, el humo ya se había disipado y el costillar estaba a punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario