El viaje de Guayaquil fue demasiado largo, 9 horas a pesar de estar a 500 Km. pero el estado de los caminos y la excesiva prudencia del chofer y los caminos malos y con muchas curvas los conductores de camiones con patentes de asesinos la ruta sin demarcar etc. alargaron el tiempo...se pasa por pueblitos de miseria paupérrimos desordenados sucios pero con mucha actividad...mucha bocina, ningún cinturón de seguridad, charcos, gente vendiendo cosas en los lomos de burro con lo que te meten la fruta las franelas el diario el billete de loteria por la ventana y en algunos casos gente sentada en el medio de la ruta sobre el lomo de burro con carteles de enfermedad y pidiendo dinero...todo muy latino..americano...
Guayaquil casi hermosa con un malecón extraordinario por la decoración y el cuidado, da gusto caminar por allí, al finál del mismo un barrio: el Santa Ana que se desplaza hacia arriba 444 escalones, todo decorado pintado hermoseado con barcitos etc. y al finál de los 444 un mirador extraordinario con un bar en forma de barco pirata, cañones antiguos del fuerte antiguo incluyendo uno que luchó contra nuestro Brown en su vida de corsario que para más datos tomó Guayaquil en algún momento....
Saliendo de Guayaquil y yendo hacia el destino actual, Atacames, Pcia. de Esmeralda, hubo un intermedio en una zona de la cultura Tzachillas ó Colorados, porque los hombres se pintan el pelo de ese color, muy interesante y tampoco importado o para el turismo, dicen justamente que está preparado para que el turista conozca sus cultura, costumbres, idiomas, instrumentos, etc. justamente para no perder su cultura...tratan de no asimilarse pero no discriminan, sus hijos van a escuelas de mestizos y se van asimilando por lo tanto hacen esfuerzos para mantener lo que es ancestral...aqui tambien nos encontramos con voluntarios europeos que les ayudan en sus cosas algunos meses y se van y vuelven otros...
Gualaceo...fué un paseo notable...un pueblito pequeño...con un mercado de frutos geniál, de los que gustan...se saborean frutas y se saborea los olores los aromas de la gente las especias y las costumbres...
Cuenca en un hotel de la colonia, donde el cuarto quedaba debajo del comedor con lo que el "zapateo" era hasta última hora y desde la primera, solo imaginarse!!! pero una ciudad colonial, hermosas y notables iglesias, decenas de barcitos algunos pequeñísimos, mucho turismo jóven casi se parecía en algún momento a Cuzco...
Este Travell Chanell continuará...

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