Es difícil escribir cada día una carta, pero son tantas las emociones y los encuentros con temas y cosas que uno desconoce que el placer de compartir es superior al cansancio y a la duda si la recepción de estas memorias tritura la paciencia...pero es así, desde los bellos panoramas en el inicio de la primavera europea visto desde lo alto de un cerro o colina, dentro de un escenario que tiene mucho de medioevo en sus construcciones y se completa con todo lo que trae la modernidad que no necesariamente tiene que ver con la civilización. Pero si contra una pered que data del siglo 12 uno se encuentra con una lápida que recuerda a setentaydos partisanos fusilados por el ejercito fascista u otra que recuerda los niños y judios o no llevados al campo de concetración y todo esto tanto en San Giuminiano como en Siena, uno realmente se sobrecoge, xq esta gente vivió una guerra, una tremenda guerra de ocupación, de odio...
Hoy luego de dar la última vuelta por la historia religiosa de San Giminiano, trotamos hacia VOLTERRA, pequeña ciudad de lo alto de las colinas y que su característica son unas inmensas torres, algunas de casi 100 metros, y son tantas y tan variadas que hoy la llaman la NYork de la antigûedad. Esas torres eran construidas por familias para atestiguar su poderío e importancia pero si en una de esas esa familia era derrotada o era parte de los derrotados su torre también se caía por obra de sus vencedores.
Pero VOLTERRA tiene algo que no tienen las otras ciudades de la zona, el dominio ETRUSCO desde el siglo X antes de Christo. Los etruscos no solo eran más antiguos, tenían escritura, sino además cremaban a sus muertos y tenían artistas exquisitos que hacían urnas especiales para las cenizas de los difuntos, profusamente decoradas, y que iban a una tumba única o colectiva, como hoy los panteones, junto a los útiles de trabajo o de guerra del fenecido.
Durante el dominio etrusco las mujeres y los varones tenían los mismos derechos aunque no las mismas obligaciones, como por ejemplo la guerra.
Muy emocionante el recorrido por el museo Etrusco donde entre otras cosas hay más de 600 urnas funerarias y decenas de figuras artísticas de distintos tamaños y con distintas formas de posición.
Ahora, hoy x la tarde, llegamos y estamos en Siena, bella por donde se la mire, pero más impersonal que San Geminiano o Volterra. Si bien la zona histórica es tan rica como las que visitamos, es mucho más grande y más contaminada x las actividades turísticas, pero nada la desmerece y todo justifica conocerla y disfrutarla.
Mañana iremos a Roma, allí, por supuesto todo es más tranqui xq hay poco para conocer y reconocer, no es así?
Chau...
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