Mi hermano mayor, mayor justo cuatro años y mi hermana
menor a la que le supero en ocho me miran con envidia porque no van y placer
porque no me verán por 15 días y la incógnita de porque voy yo y porque voy
solo y porque ellos no van y porque tampoco mis viejos, y yo, desde mis once
años, armo la mochila sobradoramente pero también inquieto.
Es la primera vez que encaro la
aventura de un campamento, carpa, cocinar el propio desayuno, búsqueda del
tesoro, encender fuego, fogón con guitarra y también lavar las ollas, morochas
se llaman.
Mi mamá maestra de grado, pelo corto,
agradable, siempre sonriendo y con reiterados repetidos y constantes mimos
hacia mi persona que mis hermanos resaltan escondiéndome los útiles de la
escuela, crema de dientes en el portalápices o mucha sal en las comidas.
Mi papá encargado en una empresa
textil que fabrican tela para frazadas, llega a casa siempre lleno de polvillo
del desmenuzamiento de los rezagos de tela que se usa para la fabricación del
producto y dice que no se cambia ni se ducha en la fábrica porque no le gusta
compartir con “esos negros” sus espacios íntimos. Mi papá nunca habla, nunca acaricia, nunca
besa…tampoco lee ni escucha la radio…llega se ducha y se pone el pijama, se
sienta frente a la tele hasta la hora de la cena, cena en silencio y se pone de
nuevo frente a la tele hasta la hora de irse a dormir, mientras mi mamá habla y
habla y nosotros tres nos molestamos.
Mi mamá les contó a todas sus amigas
y por supuesto a las otras maestras del colegio, porque yo voy al colegio donde
mi mamá es maestra. Ah, mis hermanos también…bueno les ha contado a todos que soy muy valiente porque encaro esta aventura
solito y que ya estoy muy crecidito y que pena que el nene “me crece”.
Yo sigo inquieto, voy a estar en un
lugar desconocido, con chicos que veré por primera vez y con maestros
nuevos. Dicen que el clima me va a hacer
bien pero yo igual estoy inquieto…
Viernes por la mañana, mi papá pidió
permiso en el trabajo para llegar más tarde y mi mamá avisó en la escuela que
estaba con fiebre, mentira, y con toda la familia tomamos el colectivo que nos
lleva hasta la terminal de ómnibus para encontrarnos con todo el contingente,
el colectivo lleno y mi mochila le molesta a la gente que me mira imaginando
que toda esta familia podría haber tomado
un taxi que en definitiva entre cinco boletos y un taxi no hay demasiada
diferencia. Yo “escucho” ese
malhumor y la miro a mi mamá que me sonríe como diciendo no pasa nada pichón, todo bien.
Primer contratiempo, se descompone el
colectivo y todos tenemos que bajar para esperar el de atrás pero el de atrás
ya viene con pasajeros y nosotros no entramos entonces mi papá decide parar un
taxi y el segundo contratiempo es que el taxista no quiere cinco personas más
el bulto y se va y voy a llegar tarde y me voy a perder la excursión a la
playa, la playa por primera vez en mi vida. Paramos otro taxi y este sí nos
deja subir a todos un poco apretados pero le pide a mi papá una propina para
dejarnos subir a todos porque dice que la
reglamentación no lo deja tanta gente. Hay mucho tránsito y nos vamos
atrasando más y encima nos pasa el colectivo que bajamos medio vacío y mi papá
está muy enojado y yo me pongo más inquieto.
Llegamos corriendo y yo llevando la mochila ni mi
hermano ni mi papá me ayudan y es muy pesada y se me cae y se abre un cierre y
se derrama parte de la ropa la juntamos de apuro con mi mamá y el cierre se
zafó entonces mi mamá saca un alfiler de gancho de su cartera y con eso asegura
lo que antes aseguraba el cierre entonces agarro la mochila abrazándola para
que no se salgan las cosas, cuando llegamos ya al lado de toda la gente que
vamos a viajar mi mamá saca otro alfiler de gancho y aseguramos mejor lo que el
cierre que zafó no asegura. Entonces mi
mamá me dice que no ponga la mochila en el baúl del colectivo, que lleve la
mochila conmigo así si se cae algo lo veo y tengo la mochila más
protegida. La verdad estoy ya tan
agitado que no sé si no tengo que quedarme con mi mamá y no ir a esa excursión
a la playa, pero no quiero demostrar miedo, no debo ir, debo ir, debo ir, me
tengo que convencer que no pasa nada y que tengo que aprender a valerme.
Tengo señales: el colectivo que se rompe el tachero que
no nos quiere llevar la mochila que se zafa el cierre son señales que dicen que
me tengo que quedar pero no voy a demostrar miedo delante de mis hermanos y mi
papá me mata después que pagó esta colonia y yo me hago el no sé qué y me niego
a ir a último momento. Nooo con qué cara
voy a mirar a los pibes del barrio si ayer me mandaba la parte y hoy me
cago todo. Nooo me banco y voy, pero ya estoy un poco agitado.
Se nos acerca el director del campamento es un muchacho
no tan joven debe tener como veinticinco y viene con una mujer como de la misma
edad y se la presenta a mis viejos; es la
celadora de este grupo señor, es maestra de grado y tiene mucha experiencia en
campamentos, se va a llevar muy bien con los chicos de este grupo que no son
más de quince y estarán en dos carpas juntas, no se preocupen que su hijo la va
a pasar muy bien y se va a divertir mucho.¿ Es tu primer experiencia de
campamento no?.
¿Como una mujer mi celador?, No, no puede ser ¿cómo
vamos a hacer los varones, no nos vamos a desvestir para dormir? ¡Uhh qué lío!
Ya no me gusta mucho este campamento…ya estoy un poco más agitado.
Y salimos, el colectivo es un poco incómodo y como tengo
la mochila conmigo en el asiento debajo de los pies viajo bastante apretado y
con las piernas como en cuclillas.
Al lado mío hay un pibe de mi misma edad que está dele
jugar con un celular así que no me da bola y no ni siquiera sé como se llama,
pero sé que va a una escuela a dos cuadras de la mía y que va al mismo grado
así que tiene once como yo.
Estoy un poco más agitado, si duermo un poco quizás se
me pasa porque no sé donde puse el aparatito.
Dormí bastante, pero también falta bastante para llegar
a la playa, estoy más tranquilo, ya ni siquiera agitado. Voy a leer un poco las revistas que traje, mi
compañero de banco sigue con el celu, ¿no
se le acaban las baterías?
Llueve y el colectivo va más despacio, llegamos, llueve
como la puta. El colectivo no entra al lugar del campamento porque es calle de
tierra y dice que se va a quedar en el barro.
Entonces hay que bajar, sacar las mochilas del baúl, y buscar las capas
porque llueve y llueve, yo tengo la mochila conmigo pero no traje capa. Nos ponemos a caminar, somos como cuarenta me
mojo hasta las pelotas, estoy empapado y me siento agitado de nuevo, voy a
tratar que no se note, pero la maestra viene y me pregunta cómo me siento, debe saber, mi mamá le debe haber contado, no pasa
nada, le digo, estoy bien, solo un poco enojado con la lluvia pero no hay
problema, no sé si la maestra me escuchó lo último que dije porque se fue,
en una de esas preguntó para mostrarse interesada pero no está interesada, en
una de esas yo que me agito soy un problema para ella.
Llegamos, las carpas no están armadas, el director pide
ayuda a otros del campamento y nos dice que nos pongamos a armar las carpas,
mochilas al suelo todo embarrado, los grandes que ya están ahí ayudan pero se
sorprenden que los chicos estemos como estemos y que las carpas no estuvieran
armadas de antes. Estamos
recontramojados, las mochilas sucias así que no las podemos entrar a la carpa
pero además seguro que todo lo de adentro está mojado o húmedo, estoy un poco
más agitado y no me acuerdo donde puse el vaporizador, tengo que sacar todo de
la mochila. La maestra está un poco
dispersa y el director corriendo de un lado a otro con el resto de los
celadores.
Llegó la noche, las carpas armadas, dejó de llover
fuerte y ahora es una lluvia de mierdita pero moja más. Cenamos sándwiches y fruta porque no da para
encender fuego. Estamos cansados y con
un poco de frio. Yo estoy un poco más agitado, trato de ocultarlo pero los
chicos me miran. Nos acostamos en la
carpa, somos diez, me dieron una bolsa de dormir que está descocida y se le
sale la gomaespuma por el agujero, pero estoy muy cansado y con sueño, también
más agitado.
Saco todo de la mochila buscando el vaporizador, no lo
encuentro, me agito más, doy vuelta todo pero no aparece, si el repuesto del
remedio pero sin el vaporizador el repuesto no sirve para nada, la llaman por
celular a mi mamá que le cuentan y se pone un poco nerviosa, seguro que se cayó
cuando se rompió el cierre de la mochila, yo me pongo un poco más ansioso, la
maestra también y dice que no se puede ir ahora a buscar una farmacia hasta
mañana porque llueve de nuevo mucho y no hay un medio de locomoción para llegar
hasta el pueblo cercano, pero hay como diez kilómetros de camino de tierra.
Yo me agito más y más, los quejidos de la respiración
son muy fuertes y todos los chicos están pendientes de mí. Y a mí me da vergüenza todo lo que pasa, me quedo adormilado y sueño que encuentro el
vaporizador y que cuando lo agarro se rompe la pipeta de vidrio y me corta la
boca. Me despierto y estoy todo mojado, me oriné pero me da vergüenza cambiarme
delante de todos pero el olor a pis invade y todos se dan cuenta de lo que
pasó, algunos me miran con burla, otro se pone a llorar.
Me duermo de nuevo mojado y todo no me importa nada pero
estoy cada vez más atacado, sueño de nuevo con el vaporizador, me pongo boca
abajo en cuatro partas para abrir un poco los pulmones, me paro para ir afuera
y choco con el techo de la carpa, me arrastro hasta afuera para respirar mejor,
creo eso, saco la bolsa de dormir toda con olor a pis y la tiro en medio de la
lluvia, me paro y levanto los brazos, la lluvia me moja, estoy muy agitado,
viene el director yo grito, no tengo aire, estoy con un fuerte ataque de asma,
me arrojo al piso de nuevo en cuatro patas, el director me alza, me zafo, estoy
parado en medio de la lluvia, no parado, medio agachado, como si tuviera una
joroba y me pesa en la espalda. Estoy muy atacado casi no puedo respirar.
Cuando los
síntomas del asma empeoran, se produce una crisis de asma... En una crisis
grave, las vías respiratorias pueden cerrarse tanto que los órganos vitales no
reciben suficiente oxígeno.
En esos casos,
la crisis asmática puede provocar la muerte.
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