Me morí. No estaba en mis planes paro me morí igual. No fue muy terrible, no me pegaron un tiro ni
dos, no me pegué un tiro ni me colgué de una soga. Tampoco crucé la calle en
forma imprudente y me atropelló un colectivo ni crucé la calle prudente y el
que me pasó por encima era un desaprensivo conductor. No para nada. Simplemente estaba parado
hablando con mi mujer y me caí, pero mientras me estaba cayendo no solo ya
estaba muriendo sino que me daba cuenta que me estaba muriendo y no podía
explicarle a mi mujer lo que pasaba porque ese mínimo instante entre que me
muero y me caigo es tan ínfimo que era mucho explicarle y no se podía porque
sencillamente ya era muerto.
¿Qué cosa que te das cuenta no? Y uno quiere explicarle al
otro o a los otros porque es un tema que nadie que lo haya experimentado lo
explicó o lo contó, que es lo que te pasa que te morís.
Cuando es por un accidente o te suicidás o te matan porque
te quieren matar en esos momentos tenés tiempo de contar, o por lo menos a
veces tenés tiempo de contar pero lo que no podés contar es el exacto momento
en que te morís, ese momento crucial
liminar hito mojón decisivo concluyente
crítico trascendental en que uno pasa de respirar como desde el primer momento
de nacimiento o latir como desde la semillita en el vientre de tu mamá a no
hacerlo más, porque respirar y latir sucede aunque vos no quieras, sucede
porque sucede, uno es una máquina y la máquina es una sucesión de movimientos y
los movimientos son eso, respirar y latir, todo eso hasta la electrónica porque
con la electrónica no hay movimiento sino un algo raro que produce que lo que
no es raro se haga algo.
Pero lo cierto que pasa es que dejás de respirar y latir y
te morís. Pero yo quiero contar ese
pedacito de momento, ese pedacito en que estoy pensando en que estoy hablando
en que estoy bostezando o masticando o pitando o besando y de pronto pluf, ya
no más.
Claro que es más fácil para los que se están muriendo, te
está estrujando una boa y vos sentís como te embucha y hasta querés que se
termine o te caés al precipicio o te agarra el ataque al bobo y vos sentís como
la parca te rodea y se sonríe y en una de esas hasta podés saludar a tu familia
y te sonreís porque le cagás la vida a la compañía de seguros que tiene que
ponerle los morlacos, pero lo más triste es que te cagaste la vida vos porque
te moriste, el final es predecible.
Todo esto se puede contar hasta con lujo de detalles y un
poquito de maquillaje para darle dramaticidad al drama.
Yo quiero contar ese instante ínfimo mínimo último pequeño
reducido notable perfecto en que me morí pero solito sin que nada ni nadie me
ayude, pero no me sale, no porque no tenga la imaginación suficiente como para
expresarlo con palabras orales o escritas, en definitiva mi oficio es escribir,
es explicar, es contar y obviamente estoy entrenado y tengo vocación para
relatar. Pero como lo que quiero
expresar concierne a mi muerte y mi muerte es tan natural sencilla impune llana
franca humilde y sobre todo espontánea que no me sale, no sé pintarla porque el
momento fue tan diminuto que no me dio tiempo a pensarlo, ¡¡¡eso es!!!, no he
tenido tiempo de darme cuenta.
No estaba en mis planes.
Me había despertado casi a la siete y estaba remoloneando cuando sentí
las ganas de acariciar a mi mujer y de ahí a completar el ciclo del amor hay un
solo pasito. Luego me lavé los dientes me puse desodorante y salí a la caminata
matinal y un poco de correr, transpirar bien debajo de todo ese abrigo porque
la mañana estaba bastante fresca cuando salí pero luego de media horita subió
unos grados el termómetro y yo seguía corriendo, una ducha rápida, un café bien
cargado, un par de puchos unos mates con yerba bastante fortachona y al
laburo. Y justo cuando estoy charlando
con mi mujer con la puerta abierta para
irme me vengo a morir sin avisar, súbito,
con todas las cosas que tengo que hacer a mí se me ocurre morirme.
Fue tan rapidito, tan sorprendente, repentino exasperante y
mínimo momento que no pude ni pensar lo que ocurría. Ni me acuerdo lo que
estaba diciendo cuando
OH!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario